En la coyuntura actual, es lógico que haya aumentado enormemente la preocupación sobre la calidad del aire interior que respiramos.
En este artículo vamos a exponer, de forma somera, los resultados obtenidos tras varios meses de monitorización y registro de los datos relativos a la calidad del aire y confort térmico de varios colegios (públicos y privados), que consideramos representativos a efectos de sacar conclusiones válidas al respecto, y en los que se han constatado unos niveles inaceptables desde el punto de vista normativo, que pasamos a exponer:
Las diez mediciones se han efectuado durante los meses de diciembre de 2020 a marzo de 2021 con el equipo Nanoenvi, cuyas especificaciones técnicas se pueden encontrar fácilmente en esta misma web.
Analizaremos brevemente varios puntos que consideramos relevantes para tratar de llegar cuanto antes a las conclusiones, sin perdernos en argumentaciones parciales:
Estado de las instalaciones
Comenzamos por este apartado porque es, sin duda, la causa que mayor trascendencia tiene sobre los resultados medidos, y decimos que "una instalación que no contempla el tratamiento o la renovación del aire interior es un peligro", entendiendo por peligro la capacidad intrínseca de algo para producir un daño. Poco más que decir al respecto, salvo que la mayoría de las instalaciones monitorizadas no disponen de ningún equipo para el tratamiento o la renovación del aire interior.
Pautas de actuación
También es fácil accedes a las publicaciones que han efectuado distintas Administraciones al respecto, cuya efectividad vamos a ver más adelante, ya que lo escrito no tiene por qué guardar relación con lo hecho y menos aún con los resultados obtenidos. Este es uno de los pocos recursos que se ha puesto a disposición de los profesionales: "pautas genéricas" que, como veremos, han sido poco eficaces ya que no han venido asociadas a herramientas adecuadas para contrastar su efectividad o que permitan adaptarlas a las necesidades particulares de cada aula. Ha quedado constancia de que, a igualdad de pautas, en unas aulas se ventila continuamente, en otras de forma intermitente y en otras no se ventila durante tres o más horas. Las cuestiones de salud, no se pueden dejar a criterio de cada cual.
Eficiencia energética
Si renovamos el aire sin un sistema de intercambio de calor, el coste energético en calefacción este invierno se habrá incrementado de forma considerable. Hay que observar que algunas de las pautas recomiendan ventilar de forma permanente. Estamos pues calentando el planeta de forma indiscriminada, sin criterio.
Calidad química del aire
En este apartado, comentaremos lo relativo a la composición química del aire monitorizada: CO2, CO, COVs y Partículas en suspensión (PM) de diversas fracciones.
Es habitual que algún día de la semana los niveles de CO2 sobrepasen el "Valor límite máximo": 2.500 ppm "valor absoluto que no debe sobrepasarse nunca" conforme a lo establecido por la UNE 171330-2:2014 Calidad ambiental en interiores, Parte-2: procedimientos de inspección. El valor medio registrado supera las 1.200 ppm todos los días, cuando las recomendaciones del CSIC hablan de valores de 665-712 ppm. Se duplica.
Confort térmico
Se han registrado jornadas en las que el aula no ha alcanzado los 18ºC con la calefacción encendida por causa, fundamentalmente, de falta de criterio para saber en qué momento hay que ventilar y durante cuánto tiempo. También hemos registrado exposiciones de más de dos horas por debajo incluso de los 16ºC, valor considerado igualmente como "Valor límite" por la UNE 171330-2:2014.
Consecuencias
La inadecuada calidad del aire interior y la falta de confort térmico, en los niveles registrados, habrán ocasionado una disminución importante del rendimiento escolar, difícil de cuantificar pero innegable, con las consecuencias que de ello se derivan para alumnos y profesores, y un sobrecoste medio superior al 30% en los sistemas de calefacción.
Conclusiones
Ante la falta de recursos asignados a los centros y la ineficacia del sólo establecimiento de pautas de actuación, hemos constatado que incluso cuando existen sistemas de tratamiento y renovación del aire interior, es imprescindible dotar a los centros de una herramienta que permita monitorizar y registrar la calidad del aire y el confort térmico para, de esta forma, actuar en consecuencia: ventilando, dejando de ventilar, reajustando la programación de los sistemas de climatización (calefacción, refrigeración y ventilación), deshumidificadores, filtros, etc., y a partir de ello definir un Plan director que analice, valore y priorice todas las actuaciones necesarias, considerando que la calidad del aire interior es un requisito reglamentario que debe cumplirse para garantizar la salud y el rendimiento escolar.
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